El norte de España es una tierra de prados verdes y bosques frondosos en los que perderse, pero si debemos destacar un lugar que reúna estas características es Galicia, tierra de leyendas e historias místicas.
En todo el territorio gallego podemos encontrar lugares bonitos que satisfagan nuestra curiosidad por conocer el norte en su estado más puro, no obstante hay un pueblo en el interior de la provincia de Ourense muy poco conocido y que deja sin aliento a todos los que los visitan, hablamos del concejo de A Bola.
A Bola o La Bola, en castellano, es un pequeño pueblo que recibe su nombre de una especie de bola o esfera de granito que hay en la villa, la cual recibe el nombre de barrocais. El barrocais, para ser más exactos está formada por la bola que comentamos, la cual tiene una serie de fracturas o líneas que caen en dirección al suelo, está formación natural tiene un tamaño realmente impresionante, no estamos hablando de una pequeña bola que podamos coger con la mano como es lógico pensar. Otro dato interesante es el paso del río Arnoia por el pueblo, además no es el único que atraviesa el mismo ya que las tierras de A Bola también se encuentran regadas por el Porto, Banduco de las Manoelas, el Orille o incluso el Fechiñas.
Respecto a la temperatura, tenemos que decir que efectivamente es bastante acorde al resto de la provincia, por lo que los inviernos suelen ser bastante fríos y duros, en cuanto a los veranos podemos decir que son cálidos pero sin llegar a alcanzar temperaturas agobiantes, algo muy típico de esta región de España. Este clima tan particular facilita que en la zona crezcan una serie de árboles muy característicos como son los castiñeiros, los carballos o las abidueiras, las cuales podremos observar en las laderas de los ríos junto a los pinos típicos.
En cuanto a la arquitectura que aún puede conservar A Bola de otras épocas pasadas, están el conjunto monasterial de San Munio de Veiga, el templo románico de O Mosteiro, también podemos ver la capilla visigótica o incluso el Cibrao de Pardevedra y el retablo barroco de la Iglesia de Sta. Baia.
Como es de esperar, A Bola no iba a ser diferente del resto de pueblos españoles en lo que se refiere a fiestas, en este pueblo tan tranquilo hay dos veces al año que los vecinos abren sus puertas y salen a la calle para festejar. Estas fiestas son las patronales como es lógico pensar y las fiestas del Día de la Patria Gallega, en las cuales la población se multiplica pareciendo que las personas han salido de debajo de las piedras, convirtiendo de esta forma al pueblo de A Bola en un lugar de reunión entre vecinos y visitantes dónde poder celebrar en las verbenas, procesiones y demás eventos populares es todo un acontecimiento.
Siguiendo con las tradiciones de este maravilloso y recóndito pueblo gallego, tenemos que hablar de su gastronomía. En este caso podemos encontrar bastantes similitudes con los platos de toda la provincia de Ourense. Los platos o preparaciones más típicas y famosas de esta zona gallega son entre otras:
Marróns Glacés:Un dulce muy característico de esta zona, se trata de una elaboración a base de castaña, obviamente estamos ante un bocado dulce el cual se diferencia del resto por tener un glaseado exterior exquisito.
Pimientos de Arnoia: Estos pimientos podríamos decir que son primos hermanos de los del Padrón por su aspecto y sabor, pero a diferencia de éstos los de Arnoia no dan sorpresas desagradables ya que no pican.
Pan de Cea: Se trata de un pan artesanal tipo casero, con el interior esponjoso y la corteza crujiente, además para recalcar su exquisitez hay que mencionar el hecho de que cuente con el distintivo de Indicación Geográfica Protegida.